En Ecuador, sectores de oposición desestabilizadora, de derecha e izquierda, tomando la Ley de Herencias como una excusa, activaron una campaña política para erosionar y desestabilizar al gobierno: lucha de calles, el perfilado de candidatos presidenciables de cara al 2016, y una campaña mediática intensa donde se ha logrando instalar que las leyes propuestas son un ataque contra la sagrada propiedad privada, que son un “atentado económico contra las familias ecuatorianas”. Nuestra América está expectante y buscando involucrarse.