La nueva Constitución y su redacción por una Asamblea Constituyente son los puntos políticos instalados en el 2016 por la inteligencia colectiva popular. Un revés para la política de la clase dominante. Los recientes sondeos indican que 76% de los encuestados están de acuerdo con que el país necesita una nueva Constitución y un 60% considera que este cambio es “muy o bastante prioritario”.