Un artículo reciente ha concluido que el general del Ejército que comandaba a las tropas asaltantes de La Moneda, en cuyo salón Independencia se encontraba el cuerpo del presidente Allende, acusó a un médico del equipo de este de asesinarle para que testificara que se suicidó, pero que contra dicha conclusión cabría argumentar que aquel médico no declaró al Instructor del sumario de la muerte del Presidente que se le esgrimiese entonces tal acusación.