Ha sido muy intenso, difícil, estar aquí, frente a la vereda donde cayó Daniel. Hay testigos que vieron todo. A Daniel lo atacaron dos guardias, luego de haberle robado a Daniel su cámara fotográfica dentro del local. Lo golpearon hasta dejarlo con su rostro ensangrentado, y con un golpe en la cabeza que produjo su muerte cerebral. Todo sucedió en un barrio azotado por la delincuencia que trabaja DENTRO Y FUERA DEL LOCAL, y es considerado por la UNESCO y por el Gobierno de Santiago como «patrimonio nacional».