No es la hora de preguntarse el motivo por el cual Dios no le diera razones más concretas a Eva de por qué no tenía que comer la manzana, sabiendo que la iba a comer de todos modos. No se trata de pedir una explicación, alguna razón, por la cual Dios que todo lo sabe y que está en todo lugar, dejó que Caín matara a su hermano Abel sin darle la mínima posibilidad/alternativa de la defensa propia.