Keiko, la casi presidenta fujimorista no logró los 87 votos necesarios para destituir al presidente. El problema es que parte de la oposición se gestó desde sus propias filas: su hermano Kenji prefiere el indulto a su padre que una victoria política para el partido político del clan. En la otra esquina del mapa, el Frente Amplio peruano nuevamente fue determinante en el futuro político del banquero liberal. Tal como pasó en las elecciones, la izquierda apoyó a PPK para hundir al fujimorismo.