El comisario Navarro ha declarado que el general Arellano le ordenó la investigación del “asesinato de Allende por un GAP” y que de la misma le advirtió que “debía ser estrictamente legal”, pero aquella fue grotescamente ilegal no solo porque él entonces se arrogara las atribuciones del médico de la BH para examinar el cadáver de Allende, sino también porque se llevó a cabo vulnerando lo dispuesto en el Código de Justicia Militar.