La clase política se atrincheró en los espacios de poder junto a Piñera para la defensa del neoliberalismo. ¿Qué plan tiene el pueblo?
El cambio constitucional ha sido el “caramelo” o la “zanahoria” que el poder político ha entregado a la ciudadanía para evitar, supuestamente, la radicalidad de la rebelión social. Y justamente es ese “caramelo” el que ha endulzado la actividad política de ciertos sectores de la oposición política como de la ciudadanía, quienes van aceptando, integrando y, por ende, legitimando el proceso constituyente activado y dirigido por el poder constituido. Mientras que otros sectores sociales y políticos ciudadanos se mantienen en lucha y buscan alterar el calendario y la legitimidad de ese proceso constituyente.