Hijo de padres obreros, trabajó como gásfiter antes de comenzar su carrera artística,. Nunca negó su humilde origen ni tampoco su pertenencia política. Vivió toda su vida como comunista, y nunca cayó en la trampa del eurocomunismo como tantos otros. A pesar de una vida ajetreada, siempre mantuvo interés por los procesos sociales en América Latina, leyendo y profundizando sus conocimientos. Los que llegamos exiliados a Suecia, víctimas de la persecución política de Pinochet y sus secuaces, encontramos en Jerry Williams un compañero de lucha, con un compromiso a plenitud.