Después de todo, durante casi los últimos 100 años, los estadounidenses hemos estado rellenando el espacio en blanco con bastante regularidad: primero con los nazis y los fascistas de la Segunda Guerra Mundial, después la Unión Soviética y los países del “bloque comunista” (hasta que, como pasó con China y Yugoslavia, dejaron de estar), después los vietnamitas, los cubanos, los granadinos, los panameños, los llamados narco-terroristas, al-Qaeda (¡desde luego!) y, más recientemente, el Daesh, entre otros.