Sectores muy conservadores, especialmente de Estados Unidos, lo acusan de ser demasiado progresista y hasta “comunista” y tanto desde el exterior como dentro del Vaticano hay quienes boicotean su accionar, padre Sosa dijo que “hay opiniones muy distintas”. “No hay duda de que hay una lucha política dentro de la Iglesia. En esta lucha entra un elemento, el clericalismo, es decir la lucha por el poder dentro de la Iglesia. Y no es sólo un ataque al papa Francisco.