Streeck aboga por el fin de la crisis y el modo de pánico, dijo que el manejo del virus debe cambiar a un manejo normal del riesgo, como con muchos otros riesgos en la vida. Provocar temores es el camino equivocado porque divide a la sociedad y debilita la aceptación de la atención auto-responsable. El deber de llevar máscaras al aire libre, por ejemplo, es absurdo. «Necesitamos un cambio en la gestión de la crisis. No debemos manejar la crisis, sino encontrar soluciones. Soluciones cuidadosamente pragmáticas», recomienda el virólogo.  Las cifras de infección ya no deberían ser el foco principal.