Contra Siria: “¿Nuevamente una mentira como la de la armas de destrucción masiva en Irak?”
Nunca la ONU había vivido una jornada tan cargada de expectación como la que se celebró el 5 de febrero de 2003. Con los ojos de medio mundo dirigidos hacia un Consejo de Seguridad lleno hasta la bandera, Colin Powell, entonces secretario de Estado de la única superpotencia mundial, se enfrentó al reto de convencer a la comunidad internacional de que Irak era un país armado hasta los dientes y que sólo la guerra le pararía los pies.
Se invadió Irak, ejecutaron a Sadam Hussein, murieron y siguen muriendo cientos de miles de ciudadanos irakies y las armas de exterminio masivo nunca fueron halladas, pues eran sólo una mentira
Rompiendo el silencio
«Junto a nuestros aliados en Afganistán daremos a los iraquies alimentos, medicinas y suministros y libertad. Y creo que esta es una batalla por la libertad. Y quiero que sea también por la justicia. Estamos mostrando el poder de la libertad».