El gobierno de Venezuela desmanteló un plan militar previsto para el 23 y 24 de junio y que tenía como finalidad dar un golpe de Estado, que incluía el asesinato del mandatario Nicolás Maduro y liberar al general retirado Raúl Isaías Baduel, detenido desde 2009, para proclamarlo presidente. El gobierno de Chile aparece entre los dieron apoyo y financiamiento a los golpistas