La investigación del FBI sobre los emails privados de Hillary Clinton ya no está relacionada con una negligencia en materia de normas de seguridad sino con un complot tendiente a sustraer a los servidores del gobierno federal todo rastro de su correspondencia. Esto parece incluir intercambios de mensajes sobre financiamiento ilegal o la corrupción de terceros vinculados a las relaciones del matrimonio Clinton con la Hermandad Musulmana y los yihadistas.