En chino mandarín la palabra «crisis» se escribe uniendo los ideogramas de «peligro» y «oportunidad». Y ese parece ser el escenario del Chile actual: la profunda crisis de legitimidad del modelo político y económico impuesto en dictadura, obliga a la realización de cambios. La oportunidad es que efectivamente se avance en transformaciones estructurales que apunten a mayor soberanía política y económica; mientras que el peligro es que esta marea social y cultural transformadora, termine siendo canalizada por los mismos privilegiados de siempre, usando el viejo arte del gatopardismo: hacer como que algo cambie, para que nada cambie realmente.