Los giros inesperados de la diplomacia marroquí
Si la diplomacia marroquí se caracteriza por algo, es por no tener ni política ni estrategia fija, pese a dedicarse exclusivamente a la cuestión del Sáhara Occidental. Así, la predicción de sus acciones se convierte en una misión casi imposible. Sus maniobras no encajan en los conceptos clásicos de las normas que rigen la política exterior de los países. Sus reciente movimientos, cambio del mapa de aliados e inclusión de nuevos adversarios, refleja la incoherencia inherente a la acción exterior marroquí, por lo menos, desde el comienzo del conflicto del Sáhara Occidental.
Invitación a un debate sobre la construcción de una estrategia
Enfrentar un proceso eleccionario no es algo sencillo; obliga a determinar escenarios, conductas, prácticas que identifican las estrategias que desde ya comienzan a emplear los diversos actores políticos para las justas electorales que se aproximan. Pero, cuidado: puesto que se trata de acciones ejecutadas dentro de un modo de dominación, no tienen aquellas otra finalidad que asegurar dicha dominación a través del control de la escena política nacional; se trata, pues, de obtener la victoria política dentro de las reglas que establece el propio sistema para la generación de sus autoridades.