La ignorancia y la falta de experticia en los asuntos internacionales es patética en el caso de Ampuero, un escritor del montón que no tiene más mérito que el de ser un marxista arrepentido para encumbrarse a un cargo en que, indudablemente, la centro derecha y nuestro propio Servicio Exterior contaba con gente mucho más experta y culta. Pero ya sabemos que lo que más seduce a Washington son estos personajes que reniegan de su pasado izquierdista y mucho más, todavía, si derivan en anticubanos o anticastristas, como es el caso.