El panorama no es alentador para el votante. ¿Podría alguien suponer, con certeza, que los elegidos van a actuar de manera diferente a quienes les han precedido? ¿Quién puede afirmarlo? Por el contrario, los hechos nos inducen a suponer que, en estas elecciones, las posibilidades de cambio se encuentran notablemente disminuidas.