Lenin Moreno traicionó a sus compañeros de partido y electores, recién elegido. Se lanzó contra Venezuela incluso reconociendo y recibiendo a Juan Guaidó como presidente interino; en la OEA se sumó a votar siempre según indicara el país hegemón; pidió a gritos ser miembro de la Alianza del Pacífico, y se sumó a Prosur al mismo tiempo que quiso enterrar a Unasur. Su última decisión desesperada, como manotazo de ahogado, ha sido retirar el asilo a Julián Assange, violando toda la normativa del derecho internacional, y ponérselo en bandeja a Estados Unidos para su extradición. Terminará como siemre terminan los traidores.