Su líder –de los ricos que se quejan- es Tom Perkins, de 82 años de edad, con un patrimonio neto de 8.000 millones de dólares. Él es dueño de un ático de 1.600 m2 en San Francisco y acaba de comprar un yate por 110 millones de dólares. En una carta a The Wall Street Journal en enero de este año, Perkins equiparó la «guerra progresiva contra el uno por ciento americano» de los estadounidenses más ricos, con el Holocausto, comparando la «demonización de los ricos» del movimiento ocupación de Wall Street con el antisemitismo de la Alemania nazi.