Hijos de militares: mejor desobedientes que cómplices
El camino de la memoria, la verdad y la justicia, ha sido una elección para muchos ciudadanos de nuestra generación, “hijos” o no. Se trata en su mayoría de niños y niñas que crecimos en dictadura, muchos de los cuales no pudimos soslayar el horror, por su proximidad inexorable. Sin embargo, esos no son todos, también están los otros, esos que no quisieron ser cómplices, esos que buscaron saber, saber todo, que preguntaron y preguntan, que acompañan y que se duelen casi en los mismos lugares, aun cuando habría sido más fácil decir que no y que a ellos “nada les pasó”.
Necesitamos aprender a no olvidar
El imperio me empujó a recorrer las cárceles de Stroessner, a ser cazador de UTOPIA, al mismo tiempo posibilitó, por ironía del destino, a que me convirtiera en CAZADOR DEL CONDOR, es decir, llegar a acorralar a los genocidas de la Región, gracias a sus propios documentos secretos, en los que se demuestra que hubo un pacto entre las dictaduras de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay,que dejo más de 100.000 victima en la Sub Región.