Es inevitable el derrumbe de una derecha que vivió de “prestado”, gracias a las trampas de Jaime Guzmán Errázuriz y sus secuaces de la mafia católica franquista – hace mucho tiempo los demócratas deberíamos haber destruido, si no fuera por los petimetres de la Concertación – aun cuando no creo que desaparezcan del mapa, pero algo que sí es seguro es que va a “balcanizar” en distintas fracciones: por un lado, los viudas y viudas de Pinochet que aún persisten en sus convicciones totalitarias y fascistas […]; por otro, los liberales, liderados por Andrés Velasco y los integrantes de Evópoli, más Lily Pérez y los liberales disidentes de RN.