La última carta de Mariano Puga desde el hospital: critica a la Iglesia Católica y su rol en el estallido social
Al conocer la realidad sociopolítica de los familiares de las víctimas noté que muy pocos de ellos se sentían en comunión de Iglesia, aunque muchos admiran a Jesús y su mensaje. Esa es la primera impresión que me llevo. Nunca me había tocado la experiencia de una “Iglesia en salida” que exigía una improvisada catequesis de la Eucaristía para ese mundo.
«Buenas nuevas,
buenas nuevas pa’ mi pueblo:
el que quiera oír que oiga,
el que quiera ver que vea,
lo que está pasando
en medio de un pueblo
que empieza a despertar
lo que está pasando
en medio de un pueblo
que empieza a caminar.»
El machismo, la fragilidad humana y las facturas pendientes
Las nociones de comportamiento del siglo 20 no son las mismas que ahora. Lo que un hombre creía que podía hacer en ese entonces, no es lo mismo que lo que la cultura actual considera posible. Y muchas de las cosas que los hombres hacían habitualmente, para ellos eran tan habituales y sin importancia, que no se daban cuenta que al otro lo humillaban o herían profundamente como está saliendo ahora a la luz.
«Yo canto a la diferencia» (en un 18 de septiembre)
Les voy hablar en seguida de un caso muy alarmante,
Atención el auditorio, que va a tragarse el purgante,
Ahora que celebramos el dieciocho más galante,
La bandera es un calmante.
Yo paso el mes de septiembre con el corazón crecido,
De pena y de sentimiento, de ver mi pueblo afligido
El pueblo amando la patria y tan mal correspondido,
El emblema por testigo.
Dios nunca ha sido una buena persona.
La Iglesia es una institución manejada por hombres, y eso los hace igual a otras tantas iguales. Un cura en Somalía NO vive con un dólar diario, vive con algo más. Es imposible que con dos dólares viva un cura en Togo, necesita algo más. Un cura en Chile no vive con el salario mínimo, con eso no llega a fin de mes. Esa es la realidad de la Santa Iglesia.