Hoy 10 países del mundo controlan el 40% de la riqueza de todo el planeta; 15 empresas transnacionales controlan el 50% de la producción mundial. Hoy, como hace 100 años a nombre del libre mercado y de la democracia, un puñado de potencias imperiales invade países, bloquea el comercio, impone precios al resto del mundo, asfixia economías nacionales, conspira contra gobiernos progresistas y recurre al espionaje contra los habitantes del planeta. Una reducida élite de países y empresas transnacionales dominan autoritariamente los destinos del mundo, de sus economías y sus recursos naturales.