Mauricio Carrillo Castillo fue declarado culpable del atropello de tres personas en 2008. En la ocasión el carabinero fue condenado a «quinientos cuarenta días de reclusión menor en su grado mínimo», tras dejar a dos personas gravemente heridas y a una fallecida. En la resolución se establece que en su defensa Carillo intentó argumentar que sus víctimas estaban ebrias -lo cual fue descartado- y que tras los hechos el carabinero se dio a la fuga.