Con seguridad que las Fuerzas Armadas han vivido un proceso de modernización en los últimos 25 años, pero no han sido parte del proceso de reformas y cambios políticos democráticos, que ha vivido la sociedad chilena desde el fin de la dictadura de Pinochet. Son variados y contundentes los argumentos, que demuestran, que los militares chilenos no son, ni se sienten formando, parte de los esfuerzos institucionales y políticos, que llevan implícitos la extensión de las ideas democráticas a los diferentes ámbitos de la sociedad nacional.