Generales de Carabineros activos y en retiro, parientes de oficiales, involucrados en casos de derechos humanos, el rector de una universidad privada y un empresario condenado por tráfico de efedrina a México, constituyen el grupo de propietarios de un elegante condominio en Peñaflor cuyas parcelas de 5 mil mts2 no están regularizados y no pagan contribuciones. Uno de ellos es el general director Bruno Villalobos. El condominio se creó en 1990 y uno de sus primeros ocupantes fue el general (r) Fernando Cordero Rusque, cuyos hijos son investigados por irregularidades en licitaciones de Carabineros.