En estas fiestas, si vas a manejar…
No es chiste, no es humor, es una triste verdad que demuestra el grado de corrupción de nuestra sociedad.
Don Carlitos: la última palada de tierra para el sepulcro de Evelyn
Me parecía extraño que el “señor de la querencia”, Carlos Larraín, hubiera permanecido en un silencio tan prolongado – más que el de Michelle Bachelet – que podría ser explicable por el lío judicial en que se involucró su “mayorazgo”. En el antiguo Chile feudal – diría don Carlos – no se conducía a los caballeros, incluidos sus delfines, a los tribunales de justicia, reservados sólo a los siervos de la gleba.