Decenas de periodistas y directores de medios de Australia podrían ser procesados por su cobertura del caso en el que ha sido condenado por abusos sexuales a dos niños el cardenal George Pell, responsable de Finanzas del Vaticano.
Los reporteros han recibido ya notificaciones legales en las que se les pregunta por qué motivos no deberían ser procesados por desacato al tribunal, que había decretado el secreto del proceso para garantizar que el cardenal tenía un juicio justo en otro proceso distinto por abusos.