Profundas cicatrices: cómo los perdigones de un carabinero marcaron la vida de Brandon y su familia
Un carabinero le disparó por la espalda, con una escopeta antimotines, calibre 12, cuando intentaba defender a su hermano menor que había sido reducido por efectivos policiales en el sector de Curaco, comuna de Collipulli en La Araucanía. 100 perdigones quedaron incrustados a la altura de la cadera, causándole lesiones de gravedad, por lo que pasó más de un mes internado en la Clínica Alemana de Temuco. Brandon Huentecol tenía 17 años.