“Los pobres de Chile, más que los libros, me han enseñado que la fe proporciona una fuerza invencible. Lo puede todo, lo vence todo. Vence nuestros miedos y nuestros mecanismos de defensa y nos convierte en hombres nuevos y mujeres nuevas. Jesús no se desanima ante el «fracaso» sufrido en su pueblo y continúa su misión. Tú y yo revisemos la calidad de nuestra fe.”