La segregación es consecuencia de la construcción de guetos urbanos cargados de injusticia y que tienen mucho en común: mala calidad de las viviendas, espacios comunes deteriorados y falta de bienes públicos, mala calidad del transporte y ausencia de conectividad. Cada uno de estos espacios, además, coinciden en tejidos viales internos laberínticos que obstaculizan el libre tránsito de las personas, lo que gatilla un difícil acceso a servicios públicos tales como la salud y la educación, y otros de emergencia como ambulancias, carabineros y bomberos.