En Cuba, donde hay al menos 1 médico por cada 120 habitantes, su sistema único de salud se basa en principios bien sólidos como su carácter preventivo, accesible y gratuito, con una participación efectiva de la población en muchos de sus programas y el ya mencionado de colaboración e internacionalismo. Su carácter estatal y socialista lo hace integrarse en el quehacer general de su sociedad, donde la salud no es solo  un asunto personal, no es solo patrimonio del sector salud sino de todas la ramas o esferas de ella.