-¡Me encanta Chile!-interrumpe-. ¡Nunca me ha gustado más Chile que ahora! Me encanta un país donde tengamos la certeza y no las dudas. Un país donde sabemos que las empresas nos están cagando todos los días de manera sistemática. Un país donde no se les cree a los políticos porque sabes que hablan con mentiras. Un país donde uno sabe que en el Parlamento se discuten las leyes a beneficio de las empresas y no de la gente. Me encanta un país donde entras a cualquier repartición pública, a cualquier negocio… y te están cagando. ¡¡En Chile haces caca y sabes que te están cagando los huevones del papel confort!!