Nos repiten que los que se han hecho millonarios lo han logrado trabajando como la hormiga, sin educación y con deudas. Y si no lo hemos logrado, es que somos flojos que queremos vivir a costillas del Estado. Mentira. Los actuales millonarios chilenos tienen por lo menos 3 generaciones tras de ellos de personas educadas y pensantes. Pertenecen a redes sociales favorables conectadas con el poder donde se cocinan las decisiones.  Su capital procede muchas veces de jugadas sucias realizadas estando en el lugar adecuado.  Es decir apropiación indebida de bienes.  Conocen las tecnologías financieras porque estudiaron ese ramo, y han aprovechado los vacíos de poder que deja esta sociedad desorganizada, para apoderarse de él.