A escasos días del gran dilema
El próximo domingo 17 sabremos, en definitiva, lo que decidirá el “mandamás”; es decir, el electorado chileno. ¿Virará el país a la derecha? ¿Continuaremos siendo los administradores (y administrados por cierto), del legado que nos dejó el fallecido dictador, con las escasas modificaciones que se han podido hacer a la Constitución 1980? En todos y cada uno de nosotros pesa la responsabilidad de decidir cual será el país que queremos ahora y el que legaremos a nuestros hijos y nietos. El dilema no es fácil de resolver. Recordemos que cada nación se merece los gobernantes que tiene y sólo el buen o mal juicio nuestro lo dirá.
La corrupción en el empleo público: el lado débil de la Concertación
Esa práctica, ha trocado la necesaria política de ideales, por una política de intereses, dónde prevalece aquel que es capaz de mover de mejor manera el empleo público, recompensando a sus seguidores. Siendo esta misma práctica un acto de corrupción, trae aparejada la apertura de la administración pública, hacia otros actos de corrupción que erosionan el erario nacional y prostituyen la práctica de gobierno, al constituir redes de poder al interior de ella.
Carta abierta a mi pueblo (Carta de una madre sufrida y valiente)
Nos dicen que esta sociedad es otra, que Chile es un país desarrollado, sin embargo, siguen existiendo los pequeños Cizarro, huérfano de padres y de la sociedad. Nuestros jóvenes en la “pobla” están cada día más hundidos en la pasta base, sin futuro y sin ilusiones. A los “pingüinos”, que nos llenaron de orgullo y esperanza los dejamos solos ¿qué hicimos aparte de mirar desde afuera?, ¿dónde estábamos?, ¿dónde estamos?.
Sin duda que estamos donde los poderosos nos quieren, encadenados a la indiferencia, al individualismo, al consumismo, a colgarle las culpas a otros y no mirarnos a nosotros mismos, a confundir el oro con el oropel. Sí, somos un país distinto, hoy nuestros niños no mendigan un trozo de pan, hoy suplican por un poquito de ternura.
Sobre la moral y el poder militar del imperio
Uno se queda con la impresión que el arsenal atómico de Israel también cayó del cielo sin la interferencia de Francia y de la Gran Bretaña, y con aquiescencia de EE UU, los grandes "creadores de la moral internacional". Y lo que es peor, se queda uno con la impresión que el Holocausto sucedió en Irán, o en el mundo islámico, y no en la Alemania del filósofo Immanuel Kant, situada en el corazón de la Europa cristiana.
«Nuestra internacional es el género humano» (II)
“El MPT es una alternativa al travestismo de una izquierda que vendió su alma por un reconocimiento económico y tuvo que pagar su precio con obsecuencia a la «oportunidad» de subirse a la mesa de negociaciones por la ventana y sobre los resultados de las luchas de resistencia de un amplio sector de la población. El MPT es la síntesis de una consecuencia, la forma que hemos encontrado para participar y hacer política desde los intereses de los trabajadores y el pueblo. Y se preguntarán muchos cómo sabemos cuáles son los intereses de los trabajadores y el pueblo, y es muy simple, siendo parte consustancial de una mayoría que tiene que trabajar para seguir sobreviviendo.
El mundo medio siglo después
En nada se parecen, sin embargo, los días de hoy a los de ayer. Vivimos una época nueva que no tiene parecido con ninguna otra de la historia. Antes los pueblos luchaban y luchan todavía con honor por un mundo mejor y más justo, pero hoy tienen que luchar, además, y sin alternativa posible, por la propia supervivencia de la especie. No sabemos absolutamente nada si ignoramos esto.
«América Latina está exorcizando la cultura de la impotencia»
Entrevista al escritor uruguayo Eduardo Galeano
Hay un complejo de superioridad que tienen los países dominantes en el mundo, que se sienten en condiciones de obligar a los demás a rendir exámenes de la democracia, que son los grandes maestros para decidir quién es demócrata y quién no, qué procesos están bien y cuáles están mal. Y cuando esos profesores de democracia vienen a juzgarnos, a mirarnos desde afuera y a condenarnos de antemano, están ejerciendo un derecho de propiedad que es uno de los derechos más repugnantes de todos.
«Nuestra internacional es el género humano» (I)
“Una guerra termina cuando el vencido ya no quiere seguir luchando, y esto es lo que ha ocurrido. El pueblo chileno brutalmente golpeado por una dictadura militar, y vilmente engañado por el continuismo, hoy se encuentra agobiado. Las opciones para levantar este estado de ánimo son seguir luchando por construir una alternativa real de cambios y transformaciones que convenza a las grandes mayorías, a los trabajadores y el pueblo en su conjunto, en pos de recuperar su rol protagónico. Algo muy fácil de decir, pero nada fácil de hacer…”
Honestidad radical
Por eso resulta tan importante que sean las izquierdas de cada país las que puedan avanzar con las conquistas democráticas inconclusas, formalizarlas e institucionalizarlas y establecer la verdadera línea divisoria entre la honestidad y la corrupción, entre la burocracia y el enredo, entre la transparencia y la democratización. Por eso, además, es tan importante el rol de vanguardia experimental que pueda jugar Uruguay en general y el gobierno de Mujica en particular en esta coyuntura.
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Tierra y Humanidad: una comunidad de destino
Lo que nos falta, por el momento, es una Declaración Universal del Bien Común de la Tierra y de la Humanidad que coordine las conciencias y haga converger las diferentes políticas. Hasta ahora nos limitábamos a pensar en el bien común de cada país. Ampliamos el horizonte al proponer una Carta de los Derechos Humanos. Esta fue la gran lucha cultural del siglo XX. Pero ahora surge la preocupación por la Humanidad como un todo y por la Tierra entendida no como algo inerte, sino como un superorganismo vivo del cual nosotros los humanos somos su expresión consciente.