La poesía o el nihilismo del último hombre
Ya no encontramos respuestas a nuestra desesperada ansia de inmortalidad: los altares se han despedido de sus santos y el lenguaje bíblico se extingue en parodias poco felices. Lo apolíneo, se ahogó en su océano de mármol. Estamos paralizados dentro de la fugacidad.
"Cloroformo" (Historia de un natalino campeón)
¡Ay! ¡Carajo! Esos tres minutos del primer round fueron terribles para mi amigo "Cloroformo". Medina lo cagó a trompadas, entraba y salía el hijo de puta con la derecha como un estilete mientras con la izquierda lo acomodaba y otro derechazo y otro… Y Medina bailaba y giraba (como Cassius Clay decía Parmisari) y entraba, salía, pegaba, bailaba y "Cloroformo" recibía y recibía hasta que milagrosamente sonó la campana que daba por terminado el primer round.