Quémame los ojos (Otra historia de muerte temprana)
-¿Por qué me quedé aquí, empapado de tiempo y soledad, en este inmenso océano de sal sin orillas que es la pampa nortina?…
-Sí, debo decirlo y repetirlo, una y otra vez, hasta el infinito si es necesario… ¿Por qué me quedé aquí cuando todos se fueron?..Esa y no otra es la gran pregunta… ¿Qué razones me llevaron a permanecer acá, cuando esta salitrera, como tantas otras, paralizó a fines de los cincuenta?…
Mamadou Kéraba: "Los presidentes africanos son marionetas de Europa"
Entrevista con Mamadou Kéraba Dramé, fundador de «Can África», el mayor asentamiento de la ciudad de Barcelona en el que viven y trabajan más de 300 personas recogiendo y…
Carlos Pezoa Véliz (1879-1908) Escritor Chileno
La pobreza en que vivía le obligó a trabajar mientras estudiaba. Así, fue ayudante de zapatero remendón, calador de sandías, etc. En la Escuela Pública Número 3 realizó sus estudios primarios. En 1892 siguió su primer año de Humanidades en el Instituto Nacional y, al año siguiente, se matriculó en el Colegio de San Agustín de Santiago e hizo, posteriormente, algunos estudios en el Instituto Superior de Comercio. Sin embargo, no duró mucho en éstos; los abandonó por un tiempo aunque, finalmente, los terminó con la ayuda de Enrique Oportus, gran bohemio y humanista, que fue su profesor.
El Peligro de ser mudo
La historia es como insomnio indeseado cuando se lee del pasado para el presente. Suceden las mismas cosas bárbaras: idénticas colonizaciones aún más sangrientas y voraces, iguales inquisiciones morales, las mismas monarquías pudriéndose en palacios de oro, los mismos cardenales negando a Dios en medio de sus lujos, inciensos y pedofilias. Parecemos ejército de pordioseros marcando el paso en el mismo purgatorio social. Somos los crucificados en el Golgota del capitalismo-neo-liberal, sin promesa de resurrección…
La caída del Che
El Che muere de bala, muere a traición, poco antes de cumplir 40 años, exactamente a la misma edad a la que murieron, también de bala, también a traición, Zapata y Sandino. En el pueblito de La Higuera, el general Barrientos exhibe su trofeo a los periodistas. El Che yace sobre una pileta de lavar ropa. Después de las balas, lo acribillan los flashes. Esta última cara tiene ojos que acusan y una sonrisa melancólica.
El sicario ya sabe que sabemos
Y los he citado a ustedes para ponerlos en conocimiento, a la vez para decirles que haré otro trabajo parecido al de el abogado, este trabajo es contra aquellos que le han hecho de cuadros la vida al patrón, el patrón es hombre honrado, que llegó a Honduras para hacerla progresar, que tiene grandes inversiones y le da trabajo a un montón de gente y estos solo jodiendo, pero bueno así es el mercado donde se mueve el sicario, si no hay quien joda no habrá trabajo y prefiero morir de un tiro que de hambre, yo no puedo abandonar al patrón, este me ha dado trabajo.