Sabemos que la fuerza propia de las y los trabajadores es fundamental para lograr torcerle la mano a este sistema y también tenemos claro que se requiere articular las luchas de los diferentes sectores y generar una plataforma que permita unificar al conjunto del pueblo pobre bajo un programa común anticapitalista y antipatriarcal, que funcione desde la independencia de clase y no sea cooptado por la clase en el poder, ni sus organismos, partidos, u organizaciones.