Un nuevo retroceso se produce en la seudo democracia chilena, puesto que el Senado chileno ha resuelto obstaculizar el derecho a la transparencia y la libertad de informar con la normativa que busca penalizar las presuntas filtraciones de investigaciones judiciales. Dichas medidas han sido patrocinadas por el controvertido y cuestionado ministro del Interior, Jorge Burgos, ligado a  la Democracia Cristiana.