El reciente fin de semana el gobierno electo realizó una consulta entre la ciudadanía para determinar si seguía construyendo el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) o se cancelaba este proyecto y se optaba por un sistema aeroportuario, con un menor costo económico y medioambiental aunque más limitado en el flujo aéreo y en el tiempo. Ganó la segunda opción, con un 70 por ciento de las preferencias, y es la primera vez que busca involucrarse a la ciudadanía en el debate y la toma de decisión de proyectos de alto impacto social.