El acto impedido por la protesta estudiantil puede considerarse  “académico” sólo porque se habría celebrado en instalaciones la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid. Y que ésta, en especial su catedrático de Derecho Constitucional Rovira Viñas, se prestara a aparentar un lustre universitario para un acto organizado por un grupo empresarial (PRISA) a su Presidente (Juan Luis Cebrián), revela la degradación ética en la que la Universidad pública española está sumida.