Hoy está de moda afirmar que el “Pater familia” no tiene la menor idea de lo que hacen su esposa e hijos. Por ejemplo, la Infanta Cristina fue declarada “tonta e incapaz” por un tribunal español, a sabiendas de que tenía una esmerada educación, superior al pelotero de su marido, Iñaki Undangarín; algo parecido  ocurre, pero al revés, con la familia Piñera: el Pater familia dice no tener la menor idea de los negocios de su hijo, como tampoco de las actividades de su mujer (aunque lo salva siempre de la  metidas de pata).