La fórmula para derrotar a Piñera es recrear el exitoso modelo de Frentes Populares que había llevado a coaliciones de centroizquierda al poder, como en Francia en 1935 y en España en 1936. Aquel último año en Chile también se creó un Frente Popular para combatir a los partidos políticos de derecha. Este evento se consolidó con la llegada al poder, en 1938, del radical Pedro Aguirre Cerda y de sus camaradas de partido en la primera magistratura de la nación.