La aguda crisis de miseria y la salvaje represión criminal contra nuestro pueblo, nos hizo madurar aprisa, violentamente. Muchos compañeros y compañeras de mi generación, que asumieron la primera línea en la lucha popular fueron cobardemente asesinados siendo muy jóvenes, a veces apenas unos muchachos y muchachas. En esa lucha y en esa maduración, Fidel reapareció, esta vez como maestro, como ejemplo, como líder, en muchos libros y en vídeos. Cuba, se transformó en referencia obligada, indiscutida. Su solidaridad incondicional con el drama y el combate desigual del pueblo chileno no tuvo límites ni cálculos y no decepcionó ni una sola vez