El 17 de abril de 1961 Cuba fue invadida por una brigada de contrarrevolucionarios de origen cubano organizada, entrenada y equipada por la CIA y el Pentágono. El día antes, bombardearon los aeropuertos sin lograr el objetivo de destruir en tierra la minúscula aviación revolucionaria. Los invasores fueron derrotados y hechos prisioneros, en su mayoría, en menos de 72 horas de incesantes y cruentos combates, incluyendo heroicas acciones en el aire de los pilotos de la Fuerza Aérea Revolucionaria.