A los alemanes de Merkel calificarles de arrogantes es poco. Conviene agregar insoportables y además amnésicos. El caso griego ha puesto en evidencia la violencia con la que la oligarquía alemana desea imponer sus puntos de vista en el viejo continente. Mélenchon cita al diario Bild, que no duda en poner en primera página: “¡Griegos fuera!”, o aún, más grosero, “Bild quiere las islas ¡por escrito!”, reclamando que Grecia ceda su territorio insular en pago de la deuda pública.