Sebastián Piñera ha demostrado ser el rey de los “metepatas” ante las cámaras de televisión: muestra tantos tics y mueve su cuerpo como una gelatina que provoca entre  nerviosismo e hilaridad en los telespectadores. Sus asesores, entre ellos su primo, André Chadwick, le recomienda que no acepte ninguna invitación a programas de radio y televisión, menos a un foro, pero Piñera, que es un niño mimado, porfía en asistir, con el consiguiente perjuicio para su campaña.