Algo inédito, hasta ahora, en la historia de la Iglesia. Los cuatro cardenales de las dubia -Carlo Cafarra, Joaquin Meisner, Walter Bradmüller y Raymond Burke- cuestionaron públicamente a Francisco y plantearon dudas acerca de la validez de las implicaciones doctrinales de la Amoris Laetitia. Ahora, se suma a ellos el arzobispo Carlo María Viganò, que da un paso más y pide la renuncia papal.